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El Camino del héroe 3 (El rechazo de la llamada)

Como ya vimos, nuestro héroe fue mostrado en su cosmos ordinario, en su estado inalterado, viviendo su vida como el más común de los seres de su mundo; y después asistimos al primer llamado que se le hizo para que afrontara la aventura que lo llevaría a convertirse en un ser especial, diferente, pero… ¿y si eso no es lo que él quiere?, ¿si eso lo llena de dudas?, ¿si no se cree a la altura de las circunstancias?

Y es que eso es justamente lo que sucede, porque nadie llega a convertirse en héroe sin sufrir antes las consecuencias de su osadía, de enfrentarse a circunstancias aterradoras, las mismas que hacen que la mayoría prefiera simplemente seguir sometidos a las reglas de su entorno, ya que al fin y al cabo le permiten sobrevivir sin mayor esfuerzo, aunque ello implique la mediocridad de una existencia sin sentido, sin metas, y por ende sin logros, pero con una comodidad sin sobresaltos.

Es por eso que ante el llamado de la aventura la respuesta casi inmediata y justificada sea la del rechazo, porque nuestro héroe, todavía uno más de su entorno, se pregunta si se justifica el arriesgarlo todo, incluso su vida, por conseguir algo que quizás ni siquiera sea valorado en su justa medida, así que creará evasivas y distracciones, inventará excusas que no lo hagan ver (ante los demás y ante él mismo), como un cobarde, así que “conectará la tele en busca de una nueva quimera y se dirá que tal vez mañana se ponga en marcha”.

Aventurarse es adentrarse en un territorio desconocido e incierto, es dejar la tranquilidad de la rutina, es dejarse arrastrar al descubrimiento de lugares, de cosas, e incluso de nosotros mismos para encontrar al final resultados que tal vez no nos esperábamos y que no queríamos hallar. Eso da miedo, y no es para menos.

Pero para llegar a convertirse en héroe lo primero que debemos enfrentar son nuestros propios miedos, porque sólo a partir de allí nuestro espíritu se verá fortalecido y podrá enfrentar con relativo éxito las guerras que se avecinan.

Esta es la etapa de la duda, pero que debe ser superada, como todas las siguientes, para llegar a conseguir el elixir de la gloria, la que lo eleve por encima de los demás, que lo haga único, y él lo sabe, pero solo no podrá dar el paso, y es allí donde emerge la figura que lo hará tomar al fin la decisión definitiva de agarrar la rienda y enfrentarse a lo que la aventura le depare, pero esa figura y sus implicaciones son parte de la cuarta etapa que veremos más adelante.

Las 36 situaciones dramáticas 31-36

31. Conflicto con Dios (Un mortal; Dios, el inmortal).
Aplicación: Lucha contra dios; lucha contra los que creen en Dios; controversia con Dios; castigo que cae sobre un mortal por despreciar a Dios; castigo por mostrarse soberbio ante Dios; rivalidad con Dios.

32. Celos equivocados y erróneos (El celoso; la persona por la que está celoso; el supuesto rival; la causa o autor del error).
Aplicación: Los celos erróneos se originan en la mente misma del celoso; los celos equivocados son originados por un cambio fatal -cambio en el modo de ser de la persona de la que se tienen celos; cambio de situación de esa misma persona sobre la que caen los celos equivocados (ella mejora súbitamente de posición económica y social sin ayuda del que siente celos por ella, aunque equívocos, etc); celos equívocos en un amor que es exclusivamente platónico; celos equívocos y bajos, rastreros, originados por rumores malévolos; celos sugeridos por un traidor, impulsado por el odio; el traidor es impulsado por propio interés en provocar los celos equívocos; el mismo caso anterior en que el villano es impulsado por sus propios celos y su propio interés; celos equívocos recíprocos entre marido y mujer provocados por un rival; celos sugeridos al marido por una ;mujer enamorada de él; celos sugeridos al esposo por un pretendiente rechazado; celos sugeridos a la esposa por un rival despechado; celos sugeridos a un amante feliz por el marido traicionado.

33. Juicios erróneos (El equivocado; la víctima del error, la causa o autor del error; la persona verdaderamente culpable).
Aplicación: Falsa sospecha cuando la fe se hace indispensable; falsas sospechas de una amante; falsas sospechas originadas por una actitud mal entendida de la persona amada; falsas sospechas arrojadas sobre un inocente para salvar a un amigo; el inocente tenía, en realidad, una intención aviesa, pero solo la intención, sin llegar al acto; caso en que un inocente, por las sospechas que caen sobre él, llega a creerse realmente culpable sin serlo; un testigo de un crimen, por interés en la persona amada, deja que las sospechas caigan sobre un inocente; la falsa acusación se deja caer intencionalmente sobre un enemigo inocente; el juicio erróneo es provocado por un enemigo; el error es dirigido sobre el inocente por su propio hermano; la falsa sospecha es arrojada por el verdadero culpable sobre un enemigo; falsas sospechas arrojadas sobre un rival inocente; falsas sospechas arrojadas sobre un inocente porque se rehusó a ser cómplice de un crimen o una intriga; falsas sospechas provocadas por una amante abandonada y dejadas caer sobre el amante que se negó a seguir siéndolo al saber que era casada, no queriendo engañar al marido; lucha del inocente para rehabilitarse ante la sociedad de un error judicial provocado intencionalmente.

34. Remordimiento (El culpable; la víctima)
Aplicación: Remordimiento por un crimen no conocido, que se mantiene en secreto; remordimiento por un parricidio; remordimiento por un homicidio; remordimiento por el asesinato de marido y mujer; remordimiento por un pecado de amor; remordimiento por un adulterio.

35. Recuperación de una persona perdida (El perdido; el que lo encuentra).
Aplicación: Hijo perdido encontrado casualmente; padre perdido encontrado por la madre; hija extraviada encontrada por su hermano; madre perdida que es encontrada por uno de sus hijos o hijas.

36. Pérdida de personas amadas (La parienta o pariente que es asesinada; otro pariente como simple espectador; un verdugo).
Aplicación: Se presencia el asesinato de un pariente o persona amada sin poder evitarlo; la desdicha que cae sobre una familia a través de un secreto profesional; presentimiento de la muerte de una persona amada; conocimiento de la muerte de una persona amada; reacción salvaje, por desesperación, al tener conocimiento de una persona amada.

Ya para finalizar este tema de las 36 situaciones, les dejo unas palabras del Nobel de Literatura Gabriel García Márquez al respecto en una entrevista concedida al periodista Germán Castro Caicedo, la cual se publicó en el diario El Espectador de Bogotá durante los días comprendidos entre el 16 y 23 de marzo de 1977:
"...porque otra cosa de los críticos es la manía de andar buscando que este tema no es original porque fue tratado por éste. No hay temas originales en la historia universal. En la historia de la literatura universal hay 36 situaciones dramáticas de las cuales nadie se puede salir..."

Las 36 situaciones dramáticas (26 a 30)

26. Crímenes de amor (El amante; la persona amada por él)
Aplicación: Una madre enamorada de su propio hijo -un caso repugnante y que no debe utilizarse en una transmisión radiofónica decente-; una mujer enamorada de su hijastro; el hijastro y la mujer enamorados uno del otro; mujer que es amante al mismo tiempo del padre y el hijo, y ambos -padre e hijo que aceptan la situación- (otro caso abiertamente repugnante); un hombre se convierte en amante de su cuñada; hermano y hermana enamorados.

27. Descubrimiento de la deshonra de la persona amada (El que descubre la deshonra; la persona culpable de esa deshonra)
Aplicación: Descubrimiento de la deshonra de una madre; descubrimiento de la deshonra del padre; descubrimiento de la deshonra de una hija; descubrimiento de la deshonra de toda la familia por el prometido de una de las hijas; descubrimiento del marido recién casado de que su esposa fue violada antes de su matrimonio; descubrimiento, por parte del marido, de que su esposa cometió una falta antes del matrimonio con él; descubrimiento por el amante de que la mujer, que fue antes una prostituta, ha vuelto a su vida de mujer de la calle; descubrimiento por el padre de que su hijo es un asesino; deber de castigar a un hijo que es un traidor a la patria; deber de condenar a un hijo de acuerdo con una ley creada, formulada y hecha aprobar por su propio padre; deber de castigar a un hermano que es un asesino; deber de castigar a la propia madre para vengar al padre.

28. Obstáculos de amor (Dos que se aman; el obstáculo)
Aplicación: Matrimonio impedido por desigualdad de rango; la desigualdad de fortuna como impedimento para el matrimonio; el matrimonio impedido por enemigos o rivales de la novia o del novio; matrimonio impedido porque ella es una divorciada; el mismo caso, pero complicado con un matrimonio imaginario; una "unión libre" impedida por la oposición de los padres; matrimonio impedido por desigualdad de caracteres; matrimonio impedido por los padres de la novia porque el novio lleva mala vida.

29. Un enemigo amado (El enemigo amado; la persona que lo ama; el que odia a ese enemigo amado)
Aplicación: El novio es odiado por los parientes de la novia; el novio es perseguido por los hermanos de la novia; el novio es odiado por la familia de la novia; el novio es hijo del hombre odiado por el padre de la novia; el novio asesinó al padre de su novia; el novio asesinó a un hermano de la novia; el amante es el asesino del esposo de la mujer que lo ama; el novio es hijo del hombre que asesinó al padre de la novia.

30. Ambición (Una persona ambiciosa; el objeto codiciado; un adversario)
Aplicación: La ambición de un hombre contenida por un pariente; por un hermano; rebelión ambiciosa contra el poder establecido y legal; ambición que produce el crimen sobre el crimen; ambición parricida; ambición que lleva a la ruina de la familia; ambición que hace que el padre sacrifique a los hijos, a la madre, a las hijas, a los parientes, a los amigos.

Las 36 situaciones dramáticas (21 a 25)

21. Auto-Sacrificio por los parientes (El héroe; el o los parientes por los que el héroe se sacrifica)

Aplicación: La vida sacrificada para salvar la de un pariente o persona amada; la vida sacrificada por la felicidad de un pariente o persona amada; la ambición sacrificada por la felicidad de los padres, o del padre solamente; amor sacrificado para evitarle pena a los padres; sacrificio de la vida, el bienestar o el amor por la felicidad de la persona amada; sacrificio ocasionado por la vigencia de leyes injustas; la vida sacrificada por la vida de un padre, una madre o una persona amada; la decencia y el pudor sacrificados por la vida de un pariente o la persona amada.

22. Todos sacrificados por una pasión (Elementos: el enamorado; el objeto de la pasión fatal; la persona sacrificada)

Aplicación: Los votos religiosos de castidad rotos por una pasión fatal; un voto de pureza que se rompe; el futuro arruinado definitivamente por una pasión; el poder arruinado por una pasión; la ruina de la mente, de la salud y de la vida; la pasión conseguida al precio de la vida; la ruina de la fortuna , de vidas y honores por una pasión; tentaciones que destruyen el sentido del deber, de la piedad y de la fe ; destrucción del honor, de la fortuna y de la vida por el vicio erótico; el mismo resultado anterior producido por cualquier otro vicio.

23. Necesidad de sacrificar personas amadas (El héroe; la víctima amada; la necesidad de sacrificio)

Aplicación: Deber de sacrificar a una hija por una promesa o un voto hecho a la divinidad; deber de sacrificar a los benefactores o personas amadas en aras de la fe; deber de sacrificar a un hijo sin que los demás lo sepan obedeciendo a la terrible presión de hacerlo; bajo las mismas circunstancias, deber de sacrificar al esposo; deber de sacrificar a un yerno por interés público; deber de sacrificar a un yerno en bien de la reputación; deber de combatir a un cuñado en aras del interés público; el deber de combatir a un amigo.

24 Rivalidad entre superior e inferior (El rival que es superior; el rival inferior; el objetivo)

Aplicación: Rivalidades masculinas en general (por una mujer amada, por interese, por cuestiones políticas, Etc.); rivalidad entre un mortal y un "inmortal"; rivalidad entre dos divinidades de poder desigual (una divinidad tiene mayor poder que la otra); rivalidad entre un mago un hombre común y corriente; rivalidad entre el conquistador y sus conquistados o dominados; rivalidad entre un rey y uno de sus nobles, inferior a él; rivalidad entre un poderoso y un advenedizo o pobre diablo; rivalidad entre el rico y el pobre; rivalidad entre un hombre honorable (o que se le considera como tal), y otro de quien se sospecha con respecto a su conducta y comportamiento; rivalidad entre dos que son casi iguales; rivalidad de dos que son iguales, pero uno de los cuales cometió un adulterio en el pasado; rivalidad entre un hombre que es amado y otro que no tiene el derecho de amar; rivalidad entre dos sucesivos esposos de una divorciada; rivalidades femeninas: entre una bruja y una mujer común y corriente; rivalidad entre un conquistador y su prisionero; rivalidad entre una reina y uno de sus súbditos; rivalidad entre una reina y uno de sus esclavos; rivalidad entre una gran dama y su sirviente; rivalidad entre una gran dama y dos mujeres de posición humilde; una doble rivalidad (A ama a B, el que ama a C, quien a su vez ama a D); rivalidades orientales; rivalidad entre dos esposas.

25. Adulterio (Un esposo o esposa traicionados; los dos adúlteros)

Aplicación: Una amante traicionada por una mujer más joven que ella; la esposa traicionada; el esposo traicionado; una esposa traicionada por una mujer casada; esposa traicionada por una mujer más joven que ella, la que, además, no ama al traidor; una esposa envidiada por una joven que está enamorada de su esposo; rivalidad entre una esposa que es dominante y tiránica y una amante que es complaciente y dulce; rivalidad entre una esposa toda generosidad y una muchacha vehemente y apasionada; la esposa que sacrifica a su esposo tiránico y dominante por un amante complaciente; el esposo, dado por muerto, es olvidado por el amante de su esposa; un marido corriente sacrificado por un amante simpático; un marido noble y bueno traicionado por un rival de calidad inferior a la del esposo; marido traicionado por un rival grotesco; marido traicionado por una esposa perversa, que prefiere a un amante despreciable; esposo traicionado por su mujer, que da la preferencia a un rival inferior en todo a su marido; venganza de un marido traicionado; el marido es perseguido por un rival rechazado por la esposa.

Las 36 situaciones dramáticas (16 a 20)

16. Locura (El loco o la loca y su víctima o víctimas)
 
Aplicación: Un pariente asesinado por el loco durante uno de sus ataques de locura; un amante asesinado durante el ataque de locura del desequilibrado mental; asesinato o graves lesiones de una persona a la que el loco no odia; la desdicha que cae sobre el infeliz loco; una persona solo por el miedo de heredar la locura de su padre o madre.

17. Imprudencia fatal (El imprudente; la víctima de la imprudencia o el objeto u objetivo perdido por imprudencia)

Aplicación: La imprudencia es la causa de la desdicha del imprudente mismo; la imprudencia es causa del deshonor, de la deshonra del imprudente; la curiosidad es la causa de la desdicha del imprudente; pérdida de la persona amada por imprudencia; la imprudencia como causa de la muerte o deshonra de otros; la imprudencia como causa de muerte de un pariente; la curiosidad imprudente como causa de la muerte de varios parientes .

18. Crímenes involuntarios de amor (El amante o enamorada y el que hace una sorpresiva e inesperada revelación, intensamente trágica o dramática)

Aplicación: Descubrimiento súbito e inesperado, intensamente trágico y patético, que se le hace a una persona al revelarle que, sin saberlo, se ha casado con su propia madre; descubrimiento de que una persona se ha casado con su propia hermana; descubrimiento de que un hombre tiene como amante a su hermana; el mismo caso anterior, en el que el crimen que se comete ha sido villanamente planeado por una tercera persona; el sujeto que está a punto de tomar como amante a su propia hermana; el sujeto que se encuentra a punto de violar a una muchacha sin saber que es su hija; el sujeto que se encuentra a punto de cometer adulterio sin saberlo.

19. Asesinato de un pariente no reconocido (El asesino y la víctima no reconocida)

Aplicación: El sujeto está a punto de asesinar a su propia hija sin saber que lo es, por el supuesto mandato de una falsa divinidad u oráculo, o instigado por un ser o una persona malévola; asesinatos políticos por necesidad; asesinatos por rivalidades en amores; asesinato por odio que profesa el enamorado o amante por la hija a la que no ha reconocido; el sujeto está a punto de asesinar a su hijo sin saber que lo es; a punto de asesinar a su propio hijo al que no ha reconocido, pero impulsado por instigaciones maquiavélicas; asesinato de parientes no reconocidos; a punto de asesinar a un hermano no reconocido por el asesino; asesinato de una madre no reconocida; un padre es asesinado por su hijo que no lo reconoce o que no lo conoce, pero debido a instigaciones o intrigas maquiavélicas; un abuelo asesinado por su nieto que no lo reconoce, por venganza y siendo instigado por un villano o perverso que desea la muerte de ese abuelo y no quiere matarlo él mismo para no comprometerse; asesinato involuntario; un padrastro asesinado involuntariamente; asesinato involuntario de la mujer amada; a punto de asesinar al enamorado no reconocido; fracaso para rescatar a un hijo no reconocido.

20. Auto-sacrificio por un ideal (El héroe; el ideal)

Aplicación: Sacrificio de la vida por el cumplimiento de la propia palabra; sacrificio de la vida por bienestar de un pueblo, de una nación; sacrificio de la vida por piedad filial; sacrificio de la vida por sostener la creencia religiosa; amor y vida sacrificados por la fe religiosa; amor y vida sacrificados por un ideal, por una causa noble; el amor sacrificado en aras de los intereses del Estado; sacrificio de la situación económica brillante en aras del deber; el ideal del honor sacrificado al ideal de la fe.

Las 36 situaciones dramáticas (11 a 15)

Antes de leer estas cinco situaciones, puedes leer también la primera (1 a 5) y segunda (6 a 10) entregas.

11. Enigma (Un problema a resolver - el investigador o interrogador y el policía o autoridad)

Aplicación: La búsqueda de una persona que tiene que ser encontrada bajo pena de muerte si no se la encuentra; un problema difícil que tiene que ser resuelto bajo pena de muerte si no lo resuelve el enviado a resolverlo; el mismo caso en el que el problema es propuesto por una mujer ambiciosa, y en general todas las novelas policíacas.

12. Logro o consecución (Uno que pide y su adversario que niega, para que surja el conflicto - un árbitro más o menos injusto, dado su poder, y las partes que se le contraponen)

Aplicación: Esfuerzos por lograr un objetivo por medio de la fuerza; el caso anterior, pero por medios persuasivos; la elocuencia frente a la severidad de un árbitro, de una persona que tiene que resolver el caso, derrotado por esa elocuencia de su oponente.

13. Enemistad de parientes (Un pariente malévolo, villano - un pariente odiado por ese pariente y al que éste odia también)

Aplicación: Odio entre hermanos; un solo hermano odiado por todos los hermanos suyos; odio entre parientes por intereses; odio entre padre e hijo; odio de la hija por su padre; odio del abuelo hacia el nieto; odio del padrastro por el hijastro; odio de la madrastra por la hijastra; odio que llega al infanticidio.

14. Rivalidad entre parientesEl punto anterior se refiere principalmente al odio entre parientes. Este se relaciona esencialmente con la rivalidad entre parientes– (El pariente preferido, consentido, querido - el pariente rechazado, eliminado, el objetivo a conseguir)

Aplicación: Rivalidad maliciosa o malévola de un hermano por un pariente; rivalidad malévola o maliciosa de dos hermanos por otro pariente; rivalidad entre dos hermanos con adulterio por parte de uno de ellos; rivalidades entre hermanas; rivalidad entre padre e hijo por una mujer soltera; el caso anterior pero por una mujer casada; rivalidad entre padre e hijo por la esposa del padre, de la que está enamorado el hijo; rivalidad entre madre e hija; rivalidad entre primos; rivalidad entre amigos muy íntimos, no parientes).

La verdad es que no se sabe por qué Polti incluye esta última rivalidad, ya que no se refiere directamente a una relación entre parientes, por lo que es necesario hacer notar la "elasticidad" de esta clasificación.

15. Adulterio homicida (Los dos adúlteros - el esposo o la esposa traicionados)

Aplicación: Asesinato del esposo por el amante de su mujer; asesinato de un amante que se confía -caso Sansón y Dalila-; asesinato de la esposa por su propio amante.

El camino del héroe 2 (La llamada de la aventura)

Como ya vimos en la primera etapa del camino de nuestro héroe, quien en realidad y mirado en su justa medida en ella aún no ha comenzado a andar ese camino sino que simplemente se ha mostrado su estado actual, su presente, el estado inalterado de su mundo, es decir, que sólo hemos establecido las condiciones y las circunstancias, tanto físicas como emocionales que se van a ver alteradas como consecuencia del paso siguiente, vamos a ver entonces cuál es ese paso, al que se le conoce como "la llamada de la aventura".

Es aquí donde el héroe realmente comienza su camino, donde por primera vez se verá enfrentado a tomar una decisión, y es así como a esta etapa la podemos encontrar o identificar con diferentes nombres tales como el desencadenante, el hecho que propicia la acción, el catalizador o el incidente de iniciación; pero como se le quiera llamar su objetivo siempre es el mismo: el de crear la acción necesaria para que la historia comienza a rodar.

Ahora, esa llamada puede ser de dos tipos: interna o externa. La más utilizada es la llamada externa, la cual es ejercida por un personaje que desempeña la función de Heraldo, un personaje que obliga al héroe a salir del mundo idílico en el que se encontraba, y quien a su vez puede ejercer un rol positivo, negativo o neutral, dependiendo de si su tarea es la de simplemente entregar un mensaje o una invitación, o si por el contrario representa un desafío o un reto que obliga a nuestro héroe a tomar partido.

Otra variación de esta llamada está dada por un evento ajeno tanto al héroe como a cualquier otro personaje de la historia, ya que puede ser la manifestación de un fenómeno natural o de una condición similar, y se le conoce justamente como la llamada por un accidente.

La otra es la llamada interna, es “el despertar del yo” según la definición de Campbell. Es la necesidad imperiosa que siente el héroe de encontrarle respuesta a sus dudas, es la fuerza que le impulsa a buscar sus verdades, a vencer sus miedos y frustraciones, a dejar la comodidad de lo establecido por buscar el renacer de su propia personalidad. Esta es, para mí, la llamada más auténtica y más profunda que puede recibir cualquier héroe.

Como hemos visto, la llamada de la aventura se puede dar entonces de tres formas diferentes:

1. Por voluntad propia.
2. Por un agente externo (un Heraldo) que puede ser benigno o maligno.
3. Por un accidente.

Muy bien, la llamada ha sido hecha, ahora sólo nos resta saber si nuestro héroe la acepta o no, pero eso lo veremos en nuestra próxima nota.

También me gustaría saber tu opinión sobre este tema, ¿por qué no dejas tu comentario?

El Método Snowflake 3 (creando los personajes)

Siguiendo con este método, y después de haber visto cómo hacer la primera y la segunda etapa, vamos a ver ahora, según las indicaciones de Andy, cómo crear a los personajes de nuestra historia.

Este punto es importantísimo, porque recuerda que sobre los hombros de tus personajes va a recaer todo el peso de tu historia, razón más que suficiente para que no escatimes ni tiempo ni esfuerzo en su creación. Tómate todo el tiempo que necesites, piénsalos, siéntelos, porque cuando comiences escribir vas a ver recompensado con creces todo tu esfuerzo.

Ahora bien, las recomendaciones de Andy para la creación de personajes son las siguientes:

Lo primero que deberías hacer es tomarte por lo menos una hora para trabajar en cada uno de tus personajes principales, para lo cual vas a escribir en una página un resumen con los siguientes datos:

1. Nombre del personaje.
2. Una frase que resuma la historia del personaje.
3. La motivación del personaje (¿qué ideal lo mueve a hacer lo que hace?).
4. El objetivo del personaje (¿qué busca el personaje, qué quiere, es una acción concreta?).
5. Cuál es su conflicto (¿qué es lo que le impide alcanzar su objetivo?).
6. La revelación del personaje (¿qué aprenderá, cómo va a cambiar durante la historia?).
7. Por último escribe un resumen de un párrafo con toda la historia del personaje.

Ahora algo importante, si durante esta etapa sientes la necesidad de volver atrás, a los dos pasos anteriores, no dudes en hacerlo, porque quiere decir que tus personajes te están enseñando algo, que vas encontrando cosas nuevas en el camino, y eso es muy bueno. No dudes en cambiar algo durante estas etapas, porque eso es uno de los grandes objetivos de este proceso, ya que aquí es donde estás dando cuerpo a la historia.

Recuerda que de lo que se trata es de ajustar y desarrollar todos los elementos en esta instancia, y no cuando ya hayas escrito más de 200 páginas y te veas enfrentado a un callejón sin salida porque te des cuenta que la historia no está yendo para ninguna parte, o porque encuentres que te faltó desarrollar un elemento importante al inicio de la misma.

Una última cosa en este punto, recuerda que en este momento lo más importante es que cada paso te lleve al siguiente. No pierdas mucho tiempo tratando de alcanzar la perfección en cada uno de ellos, ya habrá tiempo más adelante para eso, cuando puedas ver el macro de la historia.

Bueno, hasta aquí llegaremos por hora, ya veremos el siguiente paso en una próxima nota sobre este método. Sólo me resta decirte que si tienes alguna duda o alguna apreciación sobre este tema no dudes en dejar tu comentario.

El Logos, el Pathos y el Ethos (Versión corregida)

Como en este espacio no pretendo ser quien tenga la última palabra ni el conocimiento supremo, ya que con este blog lo único que busco es un sano contacto y una relación constructiva con todos ustedes, mis amigos “desconocidos” con los cuales me une una misma inquietud, he decidido publicar en una nota aparte el comentario y la “corrección” que me ha dejado Rådmansson en la nota previa sobre este mismo tema que me parece muy acertado y por cual acepto humildemente sus aclaraciones, dejando sentado, eso sí, que desde el principio mencioné que esta tríada siempre me ha parecido confusa, razón de más para agradecerle la forma diáfana de mostrar su punto de vista, ya que con su comentario he podido ver mucho más claro todo su significado.

Entonces, sin más, he aquí la opinión de Rådmansson sobre El Logos, el Pathos y el Ethos:

“Estimado Martín Armenta. Estás equivocado, y tratar de interpretar los tres conceptos de manera diferente al hacerlo en la narrativa dramática es armar un lío.

Las tres llamadas pistis no son, en principio más que la enumeración de los tres aspectos que se ponen de manifiesto cuando alguien habla. El que habla, habla de algo. Y ese algo (el asunto) es el logos. Decir que eso es el ethos es mezclar las churras con las merinas. El ethos es lo que el discurso muestra de quien lo pronuncia. Al hablar uno revela su cultura, sus preferencias, su carácter (ethos en griego) y lo que le mueve a decir una cosa u otra, de un modo o de otro. Pero además, al decir algo estamos revelando cuál es nuestra actitud ante los que nos escuchan, es decir qué idea tenemos de ellos, que creemos que ellos creen, saben o quieren y cómo podemos influir en ellos. Eso es el pathos.

Como dicen los nórdicos: se habla a los campesinos de un modo rural y a los intelectuales en latín. El logos supone un entendimiento semántico y lógico de lo que dice el que habla, considerando si es aceptable y fáctica o lógicamente convincente. Distinguir el ethos y el pathos es más difícil que distinguir estos del logos. La distinción entre ethos, pathos, logos sólo puede hacerse precisivamente, no positivamente. Es decir no se puede simplemente hablar usando ethos y no logos y pathos o usando pathos o logos, sin contar con los otros dos aspectos. Los tres conceptos suponen tres aspectos desde los cuales escuchar o considerar el discurso. Ahora bien: esto es Retórica como ciencia y estudio de lo que se advierte en el discurso (rhetorica audiens).

Sabiendo objetiva y teóricamente que un discurso se articula de esa manera, el que habla puede conscientemente utilizar ese conocimiento para elegir lo que dice y cómo lo dice, de manera que los oyentes lo consideren como una persona que sabe lo que dice y que tiene una postura correcta, causando buena impresión (ethos), para que los oyentes se sientan satisfechos y adopten una actitud positiva ante lo que dice el que habla y para que entiendan y tomen lo que se dice como aceptable o verdadero.

El caer bien fusiona al ethos y al pathos más fuertemente que la dependencia de estos con el logos. Lo que se dice puede analizarse de manera independiente de los aspectos más personales. De ahí surge el análisis “lógico” que es un estudio totalmente centrado en la coherencia y facticidad de “lo dicho”, independientemente de quien lo dice y quien lo recibe”.

El Método Snowflake 2 (fractalizando la historia)

Ya vimos anteriormente cómo empezar a trabajar con este método, por eso lo que vamos a hacer ahora es empezar a desarrollar la historia, lo cual no es más que comenzar a agrandar esa semillita que ya sembramos, y a lo que Andy define como “fractalizar”.

Bien, como ya definimos la historia en una sola frase, vamos ahora a desarrollarla en un párrafo, teniendo en cuenta que no se pierda la coherencia ni la estructura de la obra; esto quiere decir que se deben seguir conservando las partes funcionales de la misma.

¿Y cuáles son esas partes funcionales?

1. Dónde arranca la historia. Esto no se refiere al lugar, sino a la situación específica que se vive al momento de comenzar a escribir la historia, lo que da origen o desencadena todos los demás acontecimientos.

2. Definir los conflictos. Lo que Ingermanson recomienda es que se deben definir por lo menos los tres conflictos principales y que deberán desprenderse uno del otro; es decir, cada uno como consecuencia del anterior.

3. El final o la resolución. Esto no es más que la consecuencia lógica de los dos anteriores, pero que resulta de vital importancia para definir claramente el mapa de ruta que nos impida desviarnos del objetivo trazado, ya que si lo hacemos toda la estructuración que hicimos anteriormente no va a servir de nada porque la historia va a carecer de coherencia.

Como un consejo quiero recomendarte que tomes este planteamiento como la fase inicial que te va a dar toda la claridad que necesitas para conocer y comprender globalmente toda tu historia.

Recuerda también que este párrafo no debería tener más de cinco o seis renglones, ya que el ejercicio de condensación es el que te va a permitir definir claramente qué es lo que quieres decir y cómo lo quieres decir, por lo que Andy recomienda que en el primer renglón definas el inicio, en los siguientes tres los conflictos y en el último el final de tu historia.

Las 36 situaciones dramáticas (6 a 10)

Siguiendo con la lista de las 36 situaciones dramáticas enumeradas por Georges Polti, (aunque hay quienes dicen que la teoría es de Gozzi), hoy les voy a enumerar las cinco siguientes.

También les cuento que a partir de esta entrega decidí agregarle además algunos ejemplos, o casos, en los que se aplican cada una de las situaciones enumeradas.

6. Desastre (un poder derrotado - un enemigo victorioso o un mensajero)

Aplicación: Casos como el "Enrique VI" y "Ricardo II", de Shakespeare; o el de grandes hombres caídos en desgracia, traicionados, sumidos en el desastre, tales como Colón o el Vizconde Fernando María de Lesseps, constructor del Canal Suez e iniciador de la construcción del Canal Panamá, condenado junto con su hijo a multa y prisión y caído en desgracia después de sus dos grandes obras, una terminada y otra iniciada y respaldada por él.

También se pueden citar fenómenos naturales como los accidentes marinos, aéreos o terrestres; un ciclón, un terremoto, Etc.

Polti también menciona en este punto a la obra "Tierra de Espanto", de Lorde y Morel, 1907, en la que se describe una catástrofe de la Naturaleza.

7. Caer en desgracia (un vencedor o una desgracia - un desventurado)

Aplicación:  El inocente víctima de la intriga o la ambición, o de la intriga ambiciosa; el inocente despojado precisamente por quienes tenían el deber de protegerlo y cuidarlo; el poderoso que es desposeído y arruinado; el favorito que de pronto se ve desterrado y olvidado; el dedicado a quien se quita su última esperanza, Etc.

8. Rebelión (un tirano - un conspirador)

Aplicación:  La conspiración de un solo individuo; la conspiración de varios; la rebelión de uno que arrastra a otros; la rebelión de muchos, simultáneamente.

9. Tentativa audaz (el audaz - un objetivo - un adversario)

Aplicación: la preparación para la guerra, una guerra difícil; la guerra misma; uno de los combates de la guerra; expediciones peligrosas; empresa difícil y atrevida para apoderarse de la mujer amada, Etc.

10. Secuestro (el secuestrador - el secuestrado - el guardián)

Aplicación: el rapto de una mujer a la fuerza, de una mujer que no ama a su raptor, el rapto de una mujer que si ama a su raptor y consiente en ser reptada; la liberación de una mujer raptada sin dar muerte a su raptor; el caso anterior pero con la muerte del raptor; rescate de un amigo cautivo o secuestrado; rescate de un niño secuestrado; el rescate de un alma que se encuentra en el error religioso.

Las 36 situaciones dramáticas (1 a 5)

A partir de hoy vamos a ir enumerando las que Georges Polti consideró en el Siglo XIX como las 36 situaciones que generan acciones dramáticas, y de las cuales se desprenden todas las demás situaciones, si es que no están incluídas ya dentro de esta lista, con lo cual podemos decir también, una vez más, que lo importante NO es lo que se cuenta (ya no hay "historias" nuevas), sino CÓMO se cuenta.

También vamos a ir anotando los elementos drámaticos invlocrados en la generación de la acción dramática: un personaje, actante o arquetipo.

Veamos entonces cuáles son las primeras cinco:


1. Súplica (un perseguidor - un suplicante - un poder indeciso)

2. Rescate (un infortunado - un amenazador - un salvador)

3. Venganza después de un crimen (un vengador - un criminal)

4. Venganza entre parientes (un vengador - un culpable - el recuerdo de la víctima)

5. Persecución (Castigo - Fujitivo)

El camino del héroe 1

La estructura o teoría de la que vamos a comenzar a hablar hoy, y que es conocida como “El camino del héroe”, fue planteada por Joseph Campbell, quien llegó a ella luego de haber estudiado un sinnúmero de historias y mitos universales, así como de haber analizado también los estudios de predecesores como Vladimir Propp y Carl Gustav Jung.

La sustentación de esta teoría también la podemos ver resumida en palabras de Christopher Vogler cuando nos dice que “Todas las historias están compuestas por unos pocos elementos estructurales que encontramos en los mitos universales, los cuentos de hadas, las películas y los sueños”.

Tratando de resumir lo que nos plantea Campbell, es el hecho de que todo héroe tendrá que recorrer un camino, en el cual deberá superar unas pruebas para llegar a obtener al final la recompensa o el elixir de la victoria para él y los suyos, y que en ese proceso, él mismo será transformado.

Eso nos lleva invariablemente a la creación de una estructura circular, es decir, ese camino del héroe, su recorrido, su aventura, terminará siempre con el cierre o clausura del evento que lo hizo iniciar ese recorrido; aunque, para evitar confusiones, debo decir que el cierre de ese evento se produce luego de un arco de transformación.

Ahora, ¿en dónde comienza esa aventura? Pues bien, la primera etapa de esta estructura está marcada justamente con el momento que precede al evento que desencadenará toda la historia, es decir, con el mundo inalterado, con ese momento en el que podemos ver cómo es la vida normal de nuestro héroe.

¿Y por qué empezarla por allí?, Porque resulta absolutamente necesario mostrar el qué y el cómo se ve alterado ese mundo; porque así se demuestra el por qué ese elemento que crea la alteración es tan importante, y por qué logra hacer que nuestro héroe se vea movido, obligado, a tomar partido en el aventura.

Si lo deseas también puedes leer esta nota, en donde planteo este tema desde una mirada diferente.

En la próxima nota referente a El camino del héroe veremos el paso siguiente, al que Campbell denomina La llamada de la aventura.

Gracias y hasta la próxima.

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El Método Snowflake 1

Desarrollo del Método Snowflake
Lo primero que tengo que decir con respecto a este método, para tener una mayor claridad, es lo que significa el término Snowflake, lo cual es simple y sencillamente “Copo de nieve”.

Ahora, a lo que nos remite esta sencilla alegoría es a la manera en la que desde un elemento muy simple, y a la forma en la que desde ese elemento, y a partir de él, se pueden ir creando estructuras mucho más complejas, tal como se demuestra gráficamente en la figura.

Teniendo clara esa idea, hablemos ahora sí sobre cuál sería el primer paso para diseñar una historia según Randy Ingermanson (pueden visitar su página web desde aquí):

1. Escribe la historia en una sola frase.

Esto nos remite indudablemente a una nota que habíamos publicado anteriormente, en la que nos referíamos en forma amplia a éste tema; ya que el hecho fundamental es que ésta no debe ser una frase cualquiera, sino que debe contener toda la esencia de tu historia. Es decir, que ésta única frase debe contar por sí sola todo lo que vas a decir.

Ella se va a convertir en tu faro, en tu guía, en la luz que te va a decir siempre para dónde vas. Ahora, esta frase es tan importante, ya que al contener todo el núcleo de la historia es la quintaesencia de la misma, que al leerla debes sentir su fuerza, su contundencia, ya que si no es así es mejor que la replantees.

Ingermanson nos dice que además esta frase no debe tener cualquier extensión, sino que debe ser de 15 palabras exactas, “the shorter, the better” según sus recomendaciones (aunque aquí yo discrepo del número, ya que lo que realmente importa es alcanzar el objetivo de lo que buscamos con la frase).

También apunta Randy que la frase nos debe decir en qué problema se encuentra el personaje y qué va a hacer él en la historia para resolver ese problema.

Por último nos aconseja, con respecto a este primer paso, que leamos las notas que las editoriales publican sobre sus novelas, y revisemos si éstas cumplen o no con las reglas de este primer punto y que tratemos de ver cómo se podrían ajustar en una sola frase.

En la próxima nota sobre este método vamos a ver cómo empezar a fractalizar la historia.

Si tienes algo que decir o agregar, te invito a dejar tu comentario.

Sobre las Estructuras Narrativas

Existen muchas maneras de empezar a escribir una historia, aunque algunos generalmente empiezan de la manera menos recomendable, que es la de iniciar partiendo de una idea pero sin saber realmente hacia dónde se dirigen, por lo que llegan a un punto, casi siempre después de haber invertido mucho tiempo y esfuerzo, en el que se dan cuenta que no van para ninguna parte y que todo ha sido en vano, un nadar en el mismo remolino.

Es por eso que diversos autores se han dado a la tarea de tratar de encontrar la mejor manera de realizar un trabajo inicial que nos permita visualizar de una manera sencilla, coherente y contundente todo el panorama general de nuestra historia, para así poder sentarnos a escribir creativamente siguiendo un mapa de ruta que nos permita llegar con mayor claridad y facilidad al punto al que queremos llegar.

A estas “ayudas” se les denomina estructuras narrativas, que a pesar de la animadversión que despiertan en algunos, no son más que simples herramientas que buscan auxiliarnos en nuestra labor creativa. Algunas de estas estructuras son conocidas como "El camino del héroe", "El paradigma” de Syd Field, y el “Método Snowflake” de Randy Ingermanson, por citar sólo algunas.

Pero como la idea no es quedarnos en la simple enumeración de estas estructuras, sino conocerlas más a fondo para tratar de entender la manera en la que cada una de ellas pretende servirnos de herramienta y de guía para nuestra labor, a partir de una próxima nota voy a tratar de desmenuzarlas de la manera más sencilla posible para que cada uno las aplique, o decida no aplicarlas, partiendo desde sus propias necesidades, o desde las necesidades que le marque o le exija el tratamiento de su propia historia.

Y ya que hablamos de estructuras, la forma en la que voy a abordar el “estudio” (aunque me suena un poco rimbombante el término) de estas tres en cuestión, y para que no quede muy extensa cada nota, es la de hablar en cada una de ellas de solamente una de las etapas en las que las tres tienen divididas las formas de encarar el planteamiento de toda historia; así como también iré intercalando las notas para hablar sobre una y otra.

En la próxima entrega, siguiendo la planteado, veremos el primer paso que debemos tener en cuenta a la hora de diseñar nuestra historia según lo recomienda Randy Ingermanson en su Método Snowflake.



Notas:
Primero que todo me gustaría recomendarte que te suscribieras al Feed RSS del Blog para que no te perdieras ninguna de las notas.
También te aconsejo que si quieres saber un poco más sobre el porqué y la importancia de saber hacia dónde nos dirigimos al escribir una historia, sabiendo desde donde partimos, por favor leas estas otras notas:
El mundo inalterado o...
El porqué de una estructura...
La idea, el punto de partida o...

Sobre "La historia de un supuesto perro gamberro"

Hace unos días me llegó uno de esos correos con un mensaje en PowerPoint, uno de esos emails que le mandan a uno sus amigos para alegrarle el día, o en algunos casos para hacerlo reflexionar. Eso sí, no hablemos de aquellos en los cuales nos piden que reenviemos la información o se nos va a caer el cielo encima, o cosas peores.

Bueno, el caso es que ese mensaje me hizo pensar (noten que sirvió para algo) en la forma en que desde una simple historia como la que allí se contaba, se podía iniciar un cuentico más o menos bien contado en una serie de capitulillos con una estructura coherente y sin tantas pretensiones.

Para no alargar más esta especie de introducción, la cual quiero aprovechar para aclarar que la idea no es mía de ninguna manera y que su origen ya lo he descrito, sino que más bien de ella me nutro para probar(me) que una historia surge de cualquier fuente y que desde ella podemos transformarla a nuestro propio modo de verla, entenderla y disfrutarla y que, sobre todo, podemos hacer uso de cualquiera de las formas narrativas que tengamos a la mano, y que, por ende, ninguna idea es nueva bajo este cielo que nos cubre sino que la diferencia radica única y exclusivamente en la forma de narrarla.

Resumiendo, y como reza nuestro blog: lo importante no es LO que se cuenta, sino CÓMO se cuenta.

La historia es la de un perro que ve su vida pasar delante de sus ojos en un mundo que no lo comprende, y lo termina marginando sin darle nunca la oportunidad de demostrar su verdadera valía. A esta historia se me dio por llamarla “La vida de un supuesto perro gamberro”, y la voy a ir desarrollando en un número de capítulos que iré publicando en la medida en que la mirada de él (de nuestro “supuesto perro gamberro”) vaya descubriendo su mundo y, ojalá, de la forma en la que ustedes también la vayan viendo y comentando.

Así que, sin más, espera en la próxima nota el primero de los capítulos de esta “apasionante” historia ;-)

Las ideas y el amor. Etapa 3 de 3: El enamoramiento

Si aquella idea, y aquella mujer (te invito a leer antes la nota 1 para que entres en contexto), que una vez te deslumbraron aun continúan a tu lado, quiere decir que “sobrevivieron” a la etapa de tu desencanto. Que tomaste la decisión de continuar, de averiguar qué había más allá de la capa superficial de la primera mirada.

Significa que te tomaste más de dos segundos para razonar que quizás, tal vez, aquello que sentiste tan dentro de ti, en el fondo de tu alma, aquel ramalazo de adrenalina y endorfinas que te recorrió la médula de arriba abajo en el instante de la fascinación inicial, tenían una razón de ser; que eran un anuncio de que algo más bello surgiría de ellas si te tomabas el tiempo, y el trabajo, de averiguarlo.

Y poco a poco empezaste a darle vueltas a tu idea, y comenzaste a darte cuenta que a pesar de que otros ya hubieran dicho algo parecido a lo que querías decir, tú y tu idea tenían la capacidad de hacerlo de una manera nueva, única, auténtica… una idea con sabor a ti.

Y poco a poco empezaste a descubrir que a pesar de que a tu alrededor circularan cada día mujeres hermosas, mucho más hermosas que aquella que tenías para ti, a tu lado; esa, la tuya, era definitivamente única, que realmente lo era, ¡y estaba contigo!

Comenzaste a ver con detenimiento cada uno de sus caminos, de sus sinuosos y encantadores caminos, y empezaste a darte cuenta de que sí, que tú tenías razón, que tus sentidos no te habían engañado, porque a cada paso que dabas hacia los más profundos recovecos de su alma, te encontrabas con verdades únicas que sólo le pertenecían a ella, que su verdad y su belleza no estaban en las galantes finezas de su exterior, sino en los finos, sutiles y casi imperceptibles secretos de su interior, y que la verdadera magia residía en descubrir que cada día se iniciaba una nueva aventura para descifrarla y para amarla.

Así como cada día debías encontrar un nuevo y sorprendente giro en la historia que nació de aquella primera idea que inicialmente te deslumbró y que después, con trabajo y dedicación, se fue alejando de sus similares para convertirse en algo único, en ese algo que estalló dentro de ti con el primer instante de fascinación, que se sobrepuso a la desilusión y se quedó contigo para cada día enamorarte más, exactamente como cada día te enamoras más de ella, de la que está a tu lado.

Sí, me refiero a ambas, a las dos. A las que amas, a las que están en tu mente y en tu corazón, porque estoy convencido de que ambas “sobrevivieron” a la etapa de tu desencanto. Porque me gustaría creer que te tomaste el tiempo para decidir luchar por ellas, porque al final sólo se trata de eso, de aceptar que para terminar algún día con algo empezado hay que cruzar el puente que deja atrás la conformidad y decidirnos a recorrer caminos inexplorados, en donde sabemos que siempre deberemos luchar para salir adelante, pero que al final obtendremos victorias personales que casi nunca conocerá el mundo, pero que ante nosotros mismos nos dejarán el dulce sabor de las victorias ganadas, y que esas victorias son al fin y al cabo las únicas que realmente importan, porque son las victorias nuestras.

Es por eso que te invito a que después de esa fascinación inicial, te sobrepongas a la etapa del desencanto y te des la oportunidad de enamorarte de ella… de ellas, de ambas, de las dos.

Las ideas y el amor. Etapa 2 de 3: El desencanto

Ahora, cuando empiezas a reponerte de la fascinación, del trancazo inicial, de ese golpe brutal de adrenalina y endorfinas que recibiste porque te llegó la idea más genial del mundo; cuando despiertas del sueño profundo que te causó el desahogo de tus ansias por la conquista de la mujer (recuerda lo que sobre el género comenté anteriormente en la nota 1) más hermosa sobre la faz de la tierra, empiezas a sentir una inmensa desazón, un no sé qué que te carcome el cerebro y que te hunde cada vez más en el remolino sin fin de un desencanto que no quieres sentir… pero que sientes.

Porque ahora, cuando ya has regurgitado mentalmente una y otra vez los fundamentos de tu idea; cuando has recorrido palmo a palmo cada uno de los sinuosos contornos de la mujer conquistada, empiezas a darte cuenta que tanto la exclusividad y la belleza de una y otra no son tales.

Que tu idea no es tan exclusiva como lo pensaste, y que con algo más o con algo menos ya otros la han tratado, y desde hace mucho más de lo que tú quisieras aceptar.

Que la mujer que está a tu lado no es tan “única” como lo pensaste en el loco primer arrebato de tu fascinación y que, aun en contra de lo que quisieras pensar, siempre habrá una “hembra” más grácil, espectacular y despampanante que la que te acompaña.

Y el desencanto te abofetea el ego. El golpe lo recibes ahora desde el otro costado, el de la realidad, y sientes una desilusión que poco a poco va tornando el resplandor aquél en un gris monótono que lo va cubriendo todo, y del desencanto pasas a la desilusión, y hasta a la autoflagelación por haberte creído el rey del mundo por haber tenido entre manos algo que a la postre resultó tan común y vulgar que cualquiera lo puede “adquirir” en cualquier esquina.

Entonces empiezas a admirar las ideas que otros han desarrollado anteriormente, y poco a poco vas abandonando la tuya porque no quieres, no puedes, dejar que los otros se den cuenta de la mediocridad de tus pensamientos, y así, lentamente comienzas a tratar de olvidar, de dejar atrás, esa locura de querer decirle algo a los demás, es mejor, es más fácil así.

Empiezas entonces a mirar a otras mujeres, a las demás, cuando aun caminas al lado de aquella que hasta no hace casi nada creías la reina del mundo. A cada diez simples pasos encuentras a una más despampanante que la anterior. A cada diez pasos te tropiezas con bellezas “únicas”. A cada diez pasos ves pasar de frente a la que será la mujer de tu vida, y poco a poco, como a tu idea, comienzas a dejar de lado al ser que te acompaña porque ya perdió ese lustre que te arrebató hace tan poco tiempo, y por tan poco tiempo.

Y es ahí, en ese punto, en donde debes tomar la decisión que cambiará por siempre el curso de las cosas. Ahí es donde, en una muestra de coraje o cobardía, debes decidir si abandonas por siempre lo que hasta hace poco te hizo sudar de excitación y alegría y te vas en la búsqueda infinita de algo que sea realmente “único” desde tu punto de vista, o te das la oportunidad y te tomas el trabajo de averiguar un poco más en dónde estuvo ese algo que te convirtió no hace mucho en el ser más feliz sobre este mundo.

Es ahí en donde debes decidir si tomas el camino fácil, el de abandonar, o si continúas hasta la siguiente etapa: la 3… ¿cuál es?, ya lo veremos en la próxima ocasión, mientras tanto espero tus comentarios.

Las ideas y el amor. Etapa 1 de 3: La fascinación

Hoy quiero plasmar justamente una idea que me ha estado rondando en la cabeza desde hace ya un rato, por lo que hoy puedo decir que ya estoy en la etapa tres, es decir, en la etapa del enamoramiento.

Y es que las ideas, aquellas que sobreviven, han tenido que pasar necesariamente por tres etapas. Esas etapas son las de la fascinación, el desencanto y el enamoramiento. Hoy quiero hablarte de la primera, la de la fascinación.

Esta etapa tiene que ver con ese momento inicial, con ese golpe, con el mazazo inicial que recibimos cuando de repente nos deslumbra una idea furtiva, esa que nos sorprende en el lugar y el momento menos indicados, y que nos deja en un estado catatónico producto de la mezcla de adrenalina y endorfinas que nos hace creernos el poseedor de la idea máxima, la única, la verdadera, la que va a cambiar el mundo, y nos sentimos flotar por encima de los demás.

Es el momento en el que tus ojos (estableciendo un símil perfectamente ajustado a este descernimiento) ven a la mujer –valga la pena decir que hablo de una mujer por mi condición de género, pero que vale igual desde una mirada femenina hacia lo masculino– más hermosa que ellos han tenido enfrente a lo largo de toda su existencia. Es radiante, es más que bella, es única, es sin igual, y te sientes atraído hacia ese ser “como abeja al panal”, no te importa el mundo, no te importa nada que no se relacione con ella, y crees que no serás ya nada si ella no te pertenece, o tú le perteneces a ella, en ese instante tales nimiedades no vienen a cuento, lo único importante es que los dos, ella y tú, deben ser uno solo sin importar nada más.

Así, de idéntica manera tratas a la idea que te ha venido a la mente, y te llegan muchas preguntas: ¿cómo es que nadie lo había pensado antes?, ¿cómo es que esa mujer está sola?, ¿qué es esta suerte?, y sientes que debes actuar rápido porque tanto a la una como a la otra cualquiera puede llegar antes que tú, porque ambas son (y te lo repites) únicas, magnificas, irremplazables.

Y de la catatonia pasas a la esquizofrenia simple, y sientes que todos alrededor son enemigos, rivales, ladrones que buscan robarte tu “presa”, tu triunfo, tu éxito, tu idea y tu conquista, tu felicidad.

Hasta que de un medio u otro duermes con una y con otra, y con las dos, y hasta vives con ellas un tiempo, hasta que llega la etapa de la calma, la de la reflexión, y te ves inmerso en la segunda etapa, la del desencanto…

De esa etapa hablaremos después. Por ahora, espero que me cuentes tu opinión sobre esta idea.

El Logos, el Pathos y el Ethos

En alguna ocasión me hablaron de estos tres términos en relación con la narrativa, y debo decir que no entendí mucho la idea, razón por la cual hoy me lanzo a la aventura de tratar de hacerlos comprensibles, así que cualquier opinión o inquietud que tengas estaré gustoso de recibirla a través de la opción de Comentarios. Pero bueno, no demos más vueltas y empecemos, ¿qué son entonces el Logos, el Pathos y el Ethos?

Estos son los tres elementos fundamentales que nos plantea Aristóteles como métodos de persuasión de la Retórica, entendiendo a esta como “un sistema de reglas y recursos que actúan en distintos niveles en la construcción de un discurso”, y los cuales “están estrechamente relacionados entre sí y todos ellos repercuten en los distintos ámbitos discursivos”.

Para nuestro caso, la Retórica y sus tres elementos se convierten en parte fundamental al momento de la creación y construcción de nuestras historias, ya que tales principios son los que permiten el engranaje armónico de nuestra narración.

Por una parte entendemos al Logos como la argumentación o el discurso, es decir, como la palabra meditada, razonada; lo cual, adaptado o entendido en términos dramatúrgicos, es la organización clara y fluida, ordenada y coherente de nuestro discurso narrativo para poder llegar con éxito a la exposición de nuestro Ethos.

¿Y qué es el Ethos?, pues nada más ni nada menos que la razón primordial, básica y fundamental por la cual escribimos: es lo que queremos decir.

Entonces vemos cómo, si invertimos el orden anterior Logos – Ethos, si partimos inicialmente de la necesidad básica de todo narrador, de todo inventor de historias; si partimos de su imperiosa necesidad de decir algo, si partimos del Ethos, nos vamos a encontrar con la primera exigencia narrativa al momento de escoger la forma de organizar nuestro Logos, nuestro discurso, y ello es descubrir cuál es el mejor Pathos para transmitir nuestro Ethos.

Ahora entonces, ¿qué es el Pathos? Pues el Pathos es “el uso de los sentimientos humanos para afectar el juicio de un jurado”, y en nuestro caso es el drama. Sí, el drama, poca cosa ¿no?, pues resulta que el Pathos es la vida de nuestra historia, es la acción; es el conflicto que va generando los acontecimientos que impulsan nuevas acciones y ponen en funcionamiento la máquina narrativa.

Entonces, a modo de resumen, o de esclarecimiento de la idea, tenemos que para crear un discurso, una historia, partimos siempre de una necesidad de decir algo, ya que sin esta necesidad lo ideal es permanecer callados; y que habiendo descubierto esa necesidad, ese querer decir algo, o eso que queremos decir (Ethos), pasamos entonces a escoger la mejor forma de organizar el discurso (Logos) de manera que las acciones (Pathos) generen la suficiente atracción y motivación para que nuestro público objetivo se enganche y pueda captar de la mejor manera nuestra idea, cerrando de esta manera un ciclo perfecto de la Retórica: La exposición de una idea a través de la organización dramatúrgica de unas acciones (Logos – Ethos – Pathos).


Nota: Los enunciados entre comillas fueron tomados de Wikipedia, “la enciclopedia libre”.