El Logos, el Pathos y el Ethos (Versión corregida)

Como en este espacio no pretendo ser quien tenga la última palabra ni el conocimiento supremo, ya que con este blog lo único que busco es un sano contacto y una relación constructiva con todos ustedes, mis amigos “desconocidos” con los cuales me une una misma inquietud, he decidido publicar en una nota aparte el comentario y la “corrección” que me ha dejado Rådmansson en la nota previa sobre este mismo tema que me parece muy acertado y por cual acepto humildemente sus aclaraciones, dejando sentado, eso sí, que desde el principio mencioné que esta tríada siempre me ha parecido confusa, razón de más para agradecerle la forma diáfana de mostrar su punto de vista, ya que con su comentario he podido ver mucho más claro todo su significado.

Entonces, sin más, he aquí la opinión de Rådmansson sobre El Logos, el Pathos y el Ethos:

“Estimado Martín Armenta. Estás equivocado, y tratar de interpretar los tres conceptos de manera diferente al hacerlo en la narrativa dramática es armar un lío.

Las tres llamadas pistis no son, en principio más que la enumeración de los tres aspectos que se ponen de manifiesto cuando alguien habla. El que habla, habla de algo. Y ese algo (el asunto) es el logos. Decir que eso es el ethos es mezclar las churras con las merinas. El ethos es lo que el discurso muestra de quien lo pronuncia. Al hablar uno revela su cultura, sus preferencias, su carácter (ethos en griego) y lo que le mueve a decir una cosa u otra, de un modo o de otro. Pero además, al decir algo estamos revelando cuál es nuestra actitud ante los que nos escuchan, es decir qué idea tenemos de ellos, que creemos que ellos creen, saben o quieren y cómo podemos influir en ellos. Eso es el pathos.

Como dicen los nórdicos: se habla a los campesinos de un modo rural y a los intelectuales en latín. El logos supone un entendimiento semántico y lógico de lo que dice el que habla, considerando si es aceptable y fáctica o lógicamente convincente. Distinguir el ethos y el pathos es más difícil que distinguir estos del logos. La distinción entre ethos, pathos, logos sólo puede hacerse precisivamente, no positivamente. Es decir no se puede simplemente hablar usando ethos y no logos y pathos o usando pathos o logos, sin contar con los otros dos aspectos. Los tres conceptos suponen tres aspectos desde los cuales escuchar o considerar el discurso. Ahora bien: esto es Retórica como ciencia y estudio de lo que se advierte en el discurso (rhetorica audiens).

Sabiendo objetiva y teóricamente que un discurso se articula de esa manera, el que habla puede conscientemente utilizar ese conocimiento para elegir lo que dice y cómo lo dice, de manera que los oyentes lo consideren como una persona que sabe lo que dice y que tiene una postura correcta, causando buena impresión (ethos), para que los oyentes se sientan satisfechos y adopten una actitud positiva ante lo que dice el que habla y para que entiendan y tomen lo que se dice como aceptable o verdadero.

El caer bien fusiona al ethos y al pathos más fuertemente que la dependencia de estos con el logos. Lo que se dice puede analizarse de manera independiente de los aspectos más personales. De ahí surge el análisis “lógico” que es un estudio totalmente centrado en la coherencia y facticidad de “lo dicho”, independientemente de quien lo dice y quien lo recibe”.

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