Hoy te quiero plantear la siguiente situación: Estás sentado cómodamente en la silla de la sala de cine... Estás inmerso por completo en la trama de la película… Estás a la expectativa de lo que queda por venir…, y de repente uno de los personajes se detiene en medio de la pantalla, gira hacia ti, te mira ¡y comienza a hablar contigo!
¡No puede ser!, lo primero que haces es mirar para todas partes a ver si todos están viendo lo mismo que tú, o si será que las palomitas de maíz tendrían algún tipo de alucinógeno, o qué será lo que está pasando…
Pero no, tú no estás alucinando, realmente el personaje te está hablando a ti, y eso ¿a razón de qué? Eso es lo que se llama “romper el cuarto muro”, es decir, cuando un actor se dirige a la audiencia (siendo esta comúnmente llamada el cuarto muro), y empieza a hablar con ella.
Este es uno de los recursos, junto con los que ya hemos visto (Flashback y voz en off), que más les encanta usar a los que están empezando. Se sienten súper poderosos “¡ah, voy a derribar ese muro!”; pero como dice Allan Heifetz, uno de los lectores de guiones que utiliza Quentin Tarantino: “Desafortunadamente, si haces que un personaje se dirija a la cámara, estás prácticamente diciendo que tu película se desarrolla en una mágica tierra de fantasía donde cualquiera puede dirigirse a un teatro lleno de gente desde otra dimensión cuando sienta la necesidad de desahogarse”
Y aun hay más, algunos utilizan el recurso y después nunca jamás vuelven a acordarse de él, acabando por completo con su historia, porque han roto de plano con la convención negociada con el espectador; porque si vas a usar algún recurso narrativo, cualquiera que este sea, lo importante es dejarlo claro en la relación simbólica que acabas de establecer con tu público, que todos sepan a qué están jugando.
Es por eso que en Alfie, el sedutor, el personaje principal (interpretado por Michael Caine en los 60’s y por Jude Law en 2004) se toma toda la libertad para estar hablando continuamente con el público, porque así se establece el código desde el principio de la película hasta el final de ella; pero ese porqué es algo que el guionista debe tener claro desde el principio, tal y como lo dice Charles Shyer, el director de la segunda versión: “Tenía muy claro que el personaje debía ser extravagante, no sólo en sus acciones sino también en sus pensamientos. Al poner a Alfie a hablar directamente al público, él puede decir lo que piensa realmente... este es el primero de muchos pasos que tomará en su accidentada evolución para descubrir la verdad que guarda su corazón”; aunque sólo como referencia, te comento que la película fue un estrepitoso fracaso, ya que de un presupuesto estimado en US$ 60 millones, solo recaudó US$ 12 millones en sus tres primeras semanas de exhibición en los cines de los Estados Unidos. Analízalo.
Creo que con esto es suficiente por hoy, no sin antes invitarte a que examines los tres temas analizados (Romper el cuarto muro, el Flashback y la Voz en off), en conjunto, como un todo, porque los tres son claves en el desarrollo de una historia, sabiéndolos manejar con prudencia y sabiduría; y recuerda, todo lo hace la práctica.
Hasta la próxima.
También puedes leer sobre el uso de la Voz en off y sobre el Flashback.
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