Haciendo avanzar la historia

En la columna pasada, cuando hablamos de la relación personaje – motivación – objetivo – elemento conflictivo, establecimos una serie de dificultades (cuatro, para ser más precisos), que nuestro personaje iba encontrando en el camino en su búsqueda de la conquista de la mujer amada.

Pero el hecho de establecer esas dificultades, las cuales son nada más y nada menos que nuestros elementos conflictivos; es decir, las razones que impiden que nuestro personaje alcance su objetivo, no nos genera de por sí un avance en nuestra historia, porque dicho desarrollo se verá en la medida en que nosotros logremos vencer cada una de ellas para así poder evolucionar hacia una segunda dificultad y una tercera y una cuarta, y así sucesivamente.

Es decir, que la progresión se dará en la medida en que el o los personajes realicen acciones encaminadas a vencer esas dificultades, porque nada ganamos con establecer las mismas, si en un momento dado ellas no conducen a nada, no se desarrollan.

Ahora, tampoco es necesario que nuestro héroe sea el que tome las decisiones de vencer los problemas que la historia le plantea, ya que justamente son sus acciones las que nos irán develando su carácter, porque él podrá reaccionar de una forma proactiva, es decir, enfrentando los problemas por iniciativa propia; o, podrá hacerlo de una manera reactiva, actuando de un modo defensivo, o simplemente reaccionando, ante lo que él podría denominar “ataques de la vida”; pero todo esto lo veremos mucho más en profundidad cuando abordemos el tema de los personajes.

Por ahora sigamos con lo hoy nos compete, que es el cómo hacer avanzar la historia por medio de la creación de conflictos y su posterior desarrollo, para lo cual quiero compartir contigo un ejemplo que siempre me ha parecido hermoso, y es el que utiliza Gianni Rodari en su libro Gramática de la fantasía y al que con una sencillez increíble denomina La piedra en el estanque, en donde dice lo siguiente:

“Una piedra tirada en un estanque provoca ondas concéntricas que se extienden sobre la superficie, arrastrando en su movimiento al nenúfar y a la caña, al barquito de papel y a la balsa del pescador. Objetos que estaban cada uno por su cuenta, en paz o sueño, son llamados, por así decir, a la vida, forzados a reaccionar, a entrar en relación los unos a los otros… cuando por fin toca el fondo, agita el lodo, choca con los objetos que yacían olvidados, algunos de los cuales, ahora, son desenterrados, mientras que otros terminan cubiertos por la arena”.

¿Captas toda la profundidad de este pasaje tan sencillo?, ¿logras comprender, en lo referente a nuestro tema, cómo esa “superficie” representa todos los conflictos externos del personaje, y ese “fondo” se convierte en sus sentimientos?, ¿cómo un simple evento logra desbaratar toda la tranquilidad de su entorno y desencadenar reacciones múltiples que además se relacionan de una forma tal que la una no puede vivir sin la otra, y que todas se entrecruzan y afectan a las demás?

Eso es lo que debes poder lograr con cada uno de los conflictos que crees dentro de tu historia, que cada una de las acciones encaminadas a la resolución de cada uno de ellos genere toda esa complejidad, recuerda que estás armando un rompecabezas, el cual, por una sola ficha que falte, o que esté mal ubicada, perderá todo su valor y encanto.

2 comentarios:

Rene dijo...

Amigo, solo para saludarte y agradecer tus amables conceptos, en realidad inmerecidos. Si alguien escribe con amenidad, eres tú. pero más importante, con propiedad y conocimiento de la lengua. al contrario mío, que escribo al vuelo y sin revisar: canijos tiempos modernos que exigen celeridad en todo.

soy asiduo de tus posts, muy interesantes e ilustrativos.

Unknown dijo...

Gracias René, comentarios como los tuyos me alegran mucho, iluso sería pensar lo contrario, ya que me impulsan a seguir adelante con esta, tal vez, aventura quijotesca; pero los dos sabemos que el gusto que nos mueve es simplemente compartir desinteresadamente con amigos de todo el mundo aquello que nos apasiona. También tienes razón en cuanto al tiempo, ¿cómo quisiera también dedicarle mucho más tiempo a este espacio? Saludos y considera esta tu casa.