Hoy quiero hacer un homenaje, de los muchos que he de hacerle a ella, a mi madre, en el recuadro de los cuatro costados de este pequeño espacio. Espero que a ustedes, como a mí, los deleiten sus palabras.
"Me gustas mucho idioma castellano,
eres de la expresión un gran tesoro.
Por mal que se te exprese, eres galano,
y sin importarte la voz, eres sonoro.
Pero es mi amor para otro idioma,
otra lengua, otra expresión, otro sonido.
Ese que sin piedad has perseguido
por pantanos, por valles y por lomas.
Ese que quiero es tan puro y misterioso
como el beso que el mar deja en la playa,
de voz de arena blanca que él acalla
con su rugido amargo y pavoroso.
Quiero al idioma de las altas cumbres
que habla al sol, al cielo y a la nube,
con la voz que del abismo sube
cual incienso derramado en lumbre.
Quiero hablar el idioma de los llanos,
el que habla el riachuelo y la laguna,
el que habla la iguana,
la tórtola y el puma,
el idioma que se escribe con las manos.
Quiero ese idioma del indio americano,
porque por él volvió tabú a Socomba
el gran Manitú, y le regaló a Misomba
para que jamás lo vencieras Castellano.
Es el idioma de mis indios el que quiero,
porque lo hablan el valle y los abismos,
porque sus versos son los mismos
que riman los bosques y el lucero.
Porque es el grito que pidió venganza
por la garganta febril de la Gaitana,
que volvió cascada a Tequendama
y en la Tota se volvió añoranza.
Porque es el verbo de mi indio americano
el que conjugan las almas de las cosas,
y como gene en el vientre de una rosa
vino a limpiar el corazón humano".
Un poema de Alicia Armenta (Reservados todos los derechos de autor).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario